LECTURA 35
OLIVIA Y EL FANTASMA -II
Dicho esto, la mamá de Olivia cierra la puerta y Olivia vuelve a quedarse sola, con los ojos muy abiertos mirando la oscuridad. De pronto, unas sombras empiezan a mover sus brazos por la pared. Olivia se tapa la cabeza con las sábanas, pero no se puede olvidar de las sombras, y lentamente destapa uno de sus ojitos para ver si siguen ahí.
Ahí siguen, agitando las manos arriba y abajo. No cabe ninguna duda: la habitación de Olivia tiene un fantasma.
- ¡Papá!
Desde el salón se oye la voz de papá, que muy serio grita:
- ¡A dormir!
Claro, ellos no saben el peligro que está corriendo. Pensarán que vuelve a tener problemas con los dedos de los pies o que quiere otro beso o que quiere un sorbito de agua. Olivia salta de la cama y, mirando al suelo para no ver al fantasma, sale al pasillo, que es largo y negro como el túnel de un tren. ¿Estará el fantasma detrás de mí?, piensa Olivia, y sólo de pensarlo le entra un miedo que le hace gritar con todas sus fuerzas:
- ¡Socorrooooo!
Papá da la luz. El pasillo vuelve a ser el pasillo de siempre.
- ¿Y ahora qué pasa, Olivia?
Olivia lleva a papá hasta su habitación y le señala la pared.
- No puedo dormir con un fantasma dentro.
C.F.M.
Solución
Solución
Solución
Contesta Verdadero-Falso
En esta lectura aparecen estos personajes.
Retroalimentación
Falso
Retroalimentación
Falso
Retroalimentación
Verdadero
Retroalimentación
Falso
Retroalimentación
Verdadero
Retroalimentación
Verdadero
Retroalimentación
Verdadero
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento Compartir igual 4.0