LECTURA 12
EL CUERVO Y EL ZORRO
Cierta mañana de verano en que el Sol calentaba los campos, el cuervo en una rama saltaba de contento. Había robado un gran trozo de queso en una granja y se proponía llenarse bien la panza.
No lejos de allí rondaba el zorro desfallecido, oía como gruñían sus tripas desfallecidas; no encontraba nada el pobre zorrito que llevarse a la boca .En esto vio el zorro al cuervo en lo alto del árbol ; el pájaro brincaba satisfecho con su sabroso bocado en el pico. Al zorro se le hizo la boca agua oliendo el queso y como ya se sabe que el hambre a aguza el ingenio, se le ocurrió una idea para comérselo.
-Muy buenos días compadre.-saludó zalamero el cuervo-Vengo de muy lejos a escucharle porque he oído que su canto.
El cuervo al oír estos halagos hinchó el pecho muy ufano y se dispuso a lanzar uno de sus graznidos, abrió el pico y el queso cayó en las manos del astuto zorro.
El zorro se zampó el queso al momento delante del cuervo. Luego se marchó tan fresco riéndose de él y ¿sabéis por qué?, por vanidoso y tonto.
C.F.M.
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