LECTURA 13
EL ABETO
El viento volvió y también la lluvia; más tarde, llegó la nieve. Nevó días seguidos y la nieve cubrió al pequeño abeto. Ningún otro abeto,
ni los más grandes, podían ayudarle. Por el trocito que salía de la nieve, quería subir hacia arriba, siempre arriba.
Un día la nieve empezó a derretirse. El día volvía a ser más largo. También hacía viento, pero no era como el del invierno, y además el abeto ya lo había oído tantas veces que no le preocupaba.
Cuando la nieve se hubo fundido del todo, vio que había crecido
bastante. Y se sintió feliz.
C.F.M.
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Solución
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