EL MISTERIO DEL DIENTE GIGANTE

Los fósiles son restos de criaturas o plantas que vivieron en la Tierra hace muchos, muchos años. Durante miles de años se han encontrado fósiles en rocas, acantilados y cerca de lagos. Ahora sabemos que algunos de esos fósiles eran de dinosaurios.

Hace mucho tiempo, la gente que encontraba fósiles gigantes no sabía de qué eran. Algunos creían que los huesos grandes provenían de animales que habían visto o de los que habían leído en alguna ocasión, como hipopótamos o elefantes. Pero algunos de los huesos que la gente encontró eran demasiado grandes para ser ni siquiera de los mayores hipopótamos o elefantes. La aparición de estos huesos enormes llevó a algunos a creer en gigantes.

Hace cientos de años en Francia, un hombre llamado Bernard Palissy tuvo otra idea. Era un famoso alfarero. Cuando iba a hacer sus vasijas, encontró en la arcilla muchos pequeños fósiles. Estudió los fósiles y escribió que eran los restos de seres vivos. Esta idea no era nueva. Pero Bernard Palissy también escribió que alguna de estas criaturas no vivían ya en la Tierra. Habían desaparecido por completo. Se habían extinguido. ¿Creéis que Bernard Palissy fue premiado por su descubrimiento? ¡No! Fue encarcelado por sus ideas. Pasado el tiempo, algunas personas se hicieron más abiertas a las nuevas ideas sobre cómo había podido ser el mundo hace mucho tiempo. Entonces, en la década de 1820, se encontró un diente gigante fosilizado en Inglaterra. Se cree que Mary Ann Mantell, la mujer del experto en fósiles Gideon Mantell, estaba dando un paseo cuando vio algo que parecía un enorme diente de piedra. Mary Ann Mantell se dio cuenta de que ese diente gigante era un fósil, y se lo llevó a casa para su marido.

Diente de fósil a tamaño natural

Gideon Mantell se dio cuenta de que los trozos de roca que estaban pegados al diente eran muy antiguos. Él sabía que era el tipo de roca en la que se encontraban reptiles fosilizados. ¿Podía el diente haber pertenecido a un gigantesco reptil herbívoro que masticaba su comida? ¿Algún tipo de reptil que ya no existiera en la Tierra? Gideon Mantell estaba verdaderamente desconcertado con el diente gigante. Ningún reptil que conociera masticaba su comida. Los reptiles tragaban su comida y así sus dientes no se desgastaban. Era todo un misterio. Gideon Mantell llevó el diente a un museo de Londres y se lo enseñó a otros científicos. Ninguno estuvo de acuerdo con Gideon Mantell en que fuera un diente de un reptil gigante. Gideon Mantell intentó encontrar un reptil que tuviera un diente parecido al diente gigante. Durante mucho tiempo no encontró nada. De pronto un día conoció a un científico que estaba estudiando a las iguanas. Una iguana es un gran reptil herbívoro que se encuentra en América Central y del Sur. Puede llegar a medir más de un metro y medio. El científico le enseñó un diente de iguana a Gideon Mantell. ¡Por fin! Ahí estaba el diente de un reptil vivo que se parecía al diente misterioso. Solo que el diente fosilizado era mucho, mucho más grande.

Iguana

Ahora Gideon Mantell creía que el diente fosilizado había pertenecido a un animal que era parecido a la iguana. Solo que no era de metro y medio. ¡Gideon Mantell creía que era de treinta y cinco metros! Llamó a su criatura Iguanodonte, que significa “diente de iguana”. Gideon Mantell no tenía un esqueleto completo de Iguanodonte. Pero intentó adivinar cómo podría haber sido, utilizando los huesos que había recogido a lo largo de los años. Creía que los huesos mostraban que la criatura caminaba a cuatro patas. También pensaba que un hueso puntiagudo era un cuerno. Así que dibujó un Iguanodonte con un cuerno encima de la nariz.Aspecto de un Iguanodonte según Gideon Mantell

Años después, se encontraron varios esqueletos completos de Iguanodonte. Solo medían nueve metros de largo. Los huesos mostraban que caminaba sobre sus patas traseras en algunas ocasiones. Y que lo que Gideon Mantell creía que era un cuerno sobre la nariz era realmente un espolón en sus… ¡“pulgares”! Basándose en estos descubrimientos, los científicos cambiaron sus ideas sobre cómo era un Iguanodonte.

Gideon Mantell cometió algunos errores. Pero también hizo un importante descubrimiento. Desde que tuvo su primera idea de que el diente fosilizado pertenecía a un reptil herbívoro, pasó muchos años reuniendo hechos y pruebas para demostrar que sus ideas eran correctas. Empleando cuidadosamente los razonamientos, Gideon Mantell fue uno de los primeros en demostrar que hace mucho tiempo habían vivido en la Tierra reptiles gigantes. Y que después se extinguieron.

Cientos de años antes, Bernard Palissy fue encarcelado por decir casi lo mismo. En cambio, Gideon Mantell se hizo famoso. Su descubrimiento despertó la curiosidad de la gente para aprender más sobre estos enormes reptiles. En 1842, un científico llamado Richard Owen decidió que estos reptiles extinguidos necesitaban su propio nombre. Los llamó Dinosauria, que significa “lagartos terribles”. Hoy en día los llamamos dinosaurios.