LECTURA 40
UN “PERFECTO” DÍA DE CAMPO
Hace un estupendo día de primavera. Uno de esos días perfectos para ir al campo. En un momento Conchi ha organizado una excursión. Y allá van los cinco excursionistas metidos en el coche: Pupi, Nachete, Coque, Conchi y una amiga suya llamada Matilde, que no para de repetir que hace un perfecto día de campo.
En el coche Matilde anima a los niños a cantar, pero no conoce lo alto que puede llegar a cantar Nachete, y lo poco que le gusta a Coque quedarse atrás.
Al poco rato, los niños gritan tanto que Matilde está deseando llegar al campo.
Pupi se acerca corriendo y pone suavemente una abeja en la mano de Matilde, para que le haga cosquillas como a él. Pero la abeja le clava el aguijón y la mano de Matilde se hincha como una cebolla. Entonces Pupi muy disgustado por su confusión, trata de arreglarlo trayéndole un bonito ramo de flores. Pero entre las flores hay algunas ortigas y la mano de Matilde se pone como un enorme bollote pan con mermelada de frambuesa.
Por fin, Pupi encuentra el regalo perfecto para que Matilde esté contenta: ¡una babosa!
Y se la pone amorosamente en la mano.
Esta vez el grito de Matilde ha debido oírse hasta en el colegio. Sin embargo, los niños siguen queriendo que Matilde tenga un buen recuerdo de ellos. Por eso, le meten en el bolso una preciosa ranita. Están seguros de que ese animalito les gustará. Es su forma de darle las gracias por un “perfecto”día de campo.
Menos mal que no están cuando Matilde abre el bolso y la ranita les salta a la cara.
C.F.M.
Solución
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