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LECTURA 37

 

ANABEL

 

 L37.1

 

Érase una vez Anabel, una princesa muy egoísta. Su padre, como tenía mucho dinero y ella lo quería todo, no le daba nada a sus hermanas.

Sus hermanas se quejaban porque Anabel gastaba mucho y cada vez quería más. Un día su padre ya cansado de su egoísmo, quiso gastarle una broma para ver si así aprendía a compartir. Cuando le pidiera más dinero le harían creer que no tenían más. Se vestirían con ropa harapienta, como si fueran pobres.

Anabel al verlos así vestidos, se creyó que en realidad se habían arruinado y se asustó mucho.

-¿Qué compraré ahora sin dinero?

Después de un rato, Anabel se dio cuenta que le estaban gastando una broma y comprendió que no debía ser tan egoísta, siempre debía compartir todo con sus hermanas.

L37.2

C.F.M.

 

Pregunta

¿Quién es el protagonista del cuento?

Respuestas

El padre.

Las hermanas.

Anabel.

Retroalimentación

Pregunta

¿Cuántas hermanas tenía Anabel?

Respuestas

Una.

Dos.

Retroalimentación

Pregunta

¿Actuaba bien el padre?

Respuestas

Sí, porque daba mucho dinero a Anabel.

Sí, porque daba a todas por igual.

No, porque no repartía entre todas.

Retroalimentación

Pregunta

¿Quién estaba más enfadado?

Respuestas

Las hermanas.

Anabel.

El padre.

Retroalimentación

Pregunta

¿Qué valores debemos aprender de la lectura?

Respuestas

La generosidad.

El egoísmo.

Retroalimentación

Pregunta

¿Qué pensó Anabel cuando vio la ropa harapienta?

Respuestas

Que les habían robado.

Que no tenían dinero.

Que estaban disfrazados.

Retroalimentación