LECTURA 48
LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ - I
Había una vez una reina que tenía un único hijo, al que le dedicaba todos sus desvelos. Sin embargo, el príncipe era un joven triste y de aire desdichado.
Hijo, dime qué te falta para ser feliz –le preguntaba ella constantemente.
No lo sé, madre –respondía con amargura el joven.
La soberana intentaba distraerlo por todos los medios. Pero ni haciéndolo participar en las tareas de gobierno, ni proporcionándole diversiones, lo conseguía. Al contrario, el rostro del príncipe fue volviéndose cada vez más mustio y apagado, hasta que acabó por enfermar gravemente.
Desesperada, la reina mandó llamar a palacio a todos los médicos del reino. Pero ninguno logró dar con el mal que aquejaba al príncipe.
C.F.M.
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